lunes, diciembre 11, 2006

Juegos Orales

Mi amante me regaló:
"Te propongo que juguemos. Tenemos cinco vocales a la mano. Yo empiezo caprichosamente por la “o”.
Vocal abierta, perfecta en su redondez que, tal vez, la vuelve sobre sí misma. Pronunciá una “o” y sostenéla en el aire hasta que pueda acercarme y abrirme yo misma al juego. Hasta que pueda sentirte la boca contra mí. Separo más las rodillas, bajo la pelvis hasta tu boca, en poco tiempo articularé temblores que para vos serán hoy como cantos de sirenas.
Me amoldo a tu boca para que vayamos juntas en la aventura, recorramos cada página del relato que te susurro desde el alma a través del sexo. Me abro, me expongo, te ofrezco desde mis entrañas las palabras insólitas que me brotan sólo para complacerte. Sentí, modelá mis sonidos, inventá conmigo el relato. Bébeme, húrgame y definí cada una de las rugosidades y texturas de mi interior. Imaginá que mueren los desiertos y que la humedad te acerca a la espuma del mar (no tan suave ni salada como lo que ofrezco a tus labios) o al musgo sobre el que seguramente están creciendo las orquídeas.
Bosque, sal, cuento, sexo. ¿Qué más ofrecerte? Mi orgasmo en tu boca. "

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pienso que los colegios de monjas son lugares donde pueden ocurrir hechos misteriosos y relativos.

Anónimo dijo...

Buen comienzo