Insisto e insisto. Las casualidades no existen. Las búsquedas tampoco. Sólo la sincronización.
Aprendí a buscar bien poco. Prefiero las sorpresas de la vida que la vida regala. Prefiero no tener mucho esquema a mi alrededor. Prefiero seguir pensando que lo bueno está por venir. Porque de hecho es así. Porque siempre hay algo más despues de esto. Y despues aún más, despues de aquello.
Pude deambular. Pude estar en la mía. Sin embargo me viste. Pudimos transitar diferentes cosas y de hecho ambas tenemos diferentes planes y caminos trazados. Pero aun así y todo, se produjo el encuentro y el descubrimiento de que algo más era posible. Mas allá de la empatía, de encontrarnos afines y diferentes. Cero expectativas. Cero pretensiones. Así sin esperar nada encontramos todo y más.
Tu sensibilidad y timidez, no impidió que en forma inmediata se estableciera ese código que hace que la comunicación entre dos personas sea única. Nos sea propia y diferente a cualquier otra. Esas palabras que muchos derrochan no fueron necesarias ser dichas, porque se siente lo que nos es mutuo y los que nos atrae una de la otra. Encontrar en la mirada del otro eso que tambien sentimos hace que no sea necesario decir mucho más. Quién sabe cuales serán nuestros próximos caminos. Quizás lejos, quizás no tanto. Sin embargo como me dijiste cada una llevará a la otra en su corazón no importa cuán lejos podamos estar.