Siempre me interesaron las nuevas tecnologías, los aparatitos electrónicos y toda esa caterva moderna de comunicación/incomunicación wi-fi bluetooth plasma satelital.
No soy altamente consumidora precisamente porque es lo primero cuyo precio se devalúa una vez que pasaron los 6 primeros meses de su lanzamiento. Por otro lado, soy enemiga a hacerle caso a todo lo que se publicita, todo lo que se vende. Me gusta que se estabilice el producto, que se quemen otros o que realmente no quede como un producto que luego no tiene más proyección en el tiempo.
Pero todo este speech, toda esta "sanata" acerca de la exposiciones de tecnología, viene a cuento a que fuí el domingo pasado a las que se hizo en la rural,
"Argentina Electrónic Show 2007".
Fui con un amigo y los dos nos vimos inmersos como en otro mundo. La exposición no fué muy grande. Era lo suficientemente chica como para recorrerla varias veces. De hecho así lo hicimos. Pasamos por un mismo stand, por una misma promotora, como 5 veces mínimamente.
Tanto él con los promotores y yo con las promotoras, no daba crédito de tanta belleza reunida para un mismo fin y un fin tan lejos de la belleza.
He asistido a muchas expos, pero nunca me llamaron tanto la atención las promotoras/es como en esta. Mucha sonrisa, muchos ojos claros bellísimos, muy buenos físicos, mucha rubia REAL!!!. Mucho fotógrafo sacándoles fotos a las chicas y repartiendo su tarjeta personal.
En un stand, creo que de Sanyo, una rubia muyyyy bonita estaba con una camarita apuntando a cada uno de los que pasabamos delante de ella. En esas paso con H. y nos vemos capturados en un plasma como de 50''. Habremos ido y venido como 6 veces. En una de esas, iba mirando de un lado a otro, y de pronto me doy vuelta y me topo con la remera negra de otro chico, al que casi lo agarro del brazo pensando que era la remera negra de H. Es más casi me cuelgo de su hombro para hacerle una broma. Miro a la derecha no lo diviso. Vuelvo sobre mis pasos, vuelvo a cruzarme con la mirada de la rubia, lo busco por los corredores contiguos y nada. Vuelvo a pasar, rubia observando, yo ya sintiéndome babosa-perdida-gil, y nada. Vuelvo para atrás nuevamente. Otra vez sopa. Nada. Vuelvo y por fin lo veo a H. mirando unos equipitos de audio en el stand de la rubia. Basta de papelones!!. Le comento a H. y nos reímos. Como para hacerla completa, pasamos nuevamente delante de la rubia por enésima vez y mi rabillo del ojo debe haber quedado en la camarita de my blond beauty.
Chicos había muy lindos. Mucho chino importador. Mucha poca onda oriental. Es más, si pedías folleto o tarjeta te miraban de arriba a abajo evaluando en chino si valía la pena darte el folleto. Lo opuesto eran los puestos con promotoras.
Tan lindas eran las chicas que H. ya estaba considerando la posibilidad en convertirse en hétero por un rato. Llegamos a fantasear con hacer una evacuación del lugar del público visitante y empezar a correr a unas/os cuántos. Queríamos llevarnos a más de cuatro.
Sinceramente fue una tarde en la que quise ponerme al día con la tecnología actual pero belleza humana fue mejor y más fuerte aún.